por Hana Tisserand y Robert Tisserand, traducido por Emiliano Rodriguez
Este artículo combina dos artículos del Instituto Tisserand y han sido autorizados por escrito por el autor para ser traducido por mí y publicado en el Instituto AromaCiencia.
Link a los artículos originales en inglés: https://tisserandinstitute.org/mosquitoes-and-essential-oils-all-you-need-to-know/ y https://tisserandinstitute.org/learn-more/mosquito-repellents/
“Si te sientes insignificante, intenta pasar una noche con un mosquito en la habitación”. ~varios
Son difíciles de evitar, tanto en la naturaleza como en las noticias, y son, en el mejor de los casos, una molestia, y en el peor, una seria advertencia sanitaria. Los mosquitos, o para ser más precisos, algunas especies de los géneros Aedes , Anopheles y Culex , están reaccionando al rápido cambio climático de maneras que nos hacen notar su presencia. Incluso sin la transmisión de enfermedades como la malaria, el zika o el dengue, lidiar con las picaduras que pican e hinchan la piel puede hacerte la vida imposible. Como alguien cuya sangre parece ser la golosina favorita de estos pequeños bichos, créeme, ¡lo sé!
La buena noticia es que los aceites esenciales pueden ayudarnos a combatir estos insectos, y existen investigaciones que lo respaldan. Además, podemos aprovechar sus potentes propiedades aromáticas para aliviar la inflamación y la picazón causadas por una picadura.
Mosquitos
Los mosquitos, o “mosquitas” por el origen de su nombre, son pequeños insectos voladores de la familia Culicidae. Esta familia comprende más de 3500 especies. Las hembras de la mayoría de las especies se alimentan de la sangre de varios vertebrados, y muchas están especializadas en alimentarse de un huésped específico. Los mosquitos machos no pican y se alimentan de jugos vegetales como el néctar.
Su ciclo de vida incluye huevo, larva, pupa y adulto, y los huevos y las larvas viven en agua estancada. Los mosquitos son una parte importante de la cadena alimentaria, ya que nutren a otros insectos, peces y aves. Prosperan en climas cálidos y calurosos, siempre que tengan acceso a una pequeña masa de agua.
Al alimentarse, el mosquito hembra inserta su larga boca, llamada probóscide, en la piel, perforando uno de los capilares superficiales y succionando sangre. Algunas especies filtran los fluidos menos nutritivos al succionar, desechando gotitas de su vientre.
Su dieta hemática convierte a los mosquitos hembra en vectores adecuados de patógenos: virus y parásitos. Con su larga probóscide, que actúa como una “aguja sucia”, los patógenos se transmiten a través de la saliva del mosquito infectado. Nuestro sistema inmunitario reacciona a esta invasión, provocando una inflamación y picazón. El número de personas que mueren cada año por enfermedades transmitidas por mosquitos (alrededor de un millón) es alarmantemente alto y está aumentando a medida que los territorios de caza de este insecto se han expandido debido al calentamiento global.
Puede que no sean los propios mosquitos los que causan la malaria y otras enfermedades, pero controlando su población y previniendo sus picaduras con el uso de repelentes y barreras mecánicas, podemos mantener esas enfermedades a raya, o al menos minimizar su impacto.
Diferentes especies, diferentes etapas.
De las miles de especies que habitan la Tierra, solo unas pocas representan un riesgo para los humanos. Entre ellas se incluyen los géneros Aedes, Anopheles y Culex , siendo las especies más notables el Aedes aegypti , también conocido como mosquito de la fiebre amarilla, y varias especies de Anopheles , todas ellas portadoras de malaria.
Para ser eficaces, las estrategias de control de población y repelencia deben dirigirse tanto a la especie adecuada como a la etapa de vida del insecto. Un adulto de A. aegypti podría no responder de la misma manera que una larva de Anopheles , por ejemplo, y un ovicida (destinado a matar los huevos) podría no ser eficaz en otras etapas de vida.
Enfermedades transmitidas por vectores
Según el CDC, los mosquitos son “el animal más mortífero del mundo”, pero esto requiere aclaración, ya que no matan directamente. No es el insecto en sí, sino los patógenos que porta y transmite a sus huéspedes los que causan enfermedad y muerte. Un mosquito actúa como vector de enfermedades (o sistema de transporte) para bacterias, virus y parásitos que de otro modo no podrían infectar al huésped.
La peste bubónica, por ejemplo, es una enfermedad transmitida por picaduras de pulgas. Se culpó a las ratas de las epidemias de peste negra, pero los roedores eran simplemente vectores de las pulgas, que a su vez eran vectores de la Yersinia pestis , la bacteria de la peste.
Esto no significa que debamos dejar de depender del control de mosquitos para detener la propagación de estas enfermedades. Simplemente nos brinda una mayor comprensión sobre cómo abordar el control. Algunas soluciones implican eliminar las especies de mosquitos responsables de la transmisión de ciertos patógenos y reemplazarlas con otras especies.
A continuación veremos algunas de las enfermedades más importantes transmitidas por mosquitos:
Malaria
La malaria es una enfermedad potencialmente mortal causada por parásitos Plasmodium ( Plasmodium falciparum, P. vivax, P. malariae, P. ovale y P. knowlesi ) transmitidos por mosquitos del género Anopheles (principalmente Anopheles coluzzi , A. gambiae , A. funestus y A. nili ). Plasmodium es un género de parásitos protozoarios unicelulares que se aprovechan tanto de mosquitos como de huéspedes humanos durante varias etapas de la vida. Se transfieren a los humanos a través de la saliva infectada del mosquito. En los humanos, primero atacan las células del hígado antes de pasar al torrente sanguíneo, donde proceden a infectar los glóbulos rojos. De la sangre, los parásitos pueden ser absorbidos por otro mosquito, continuando el ciclo de vida. La malaria es más común en las regiones tropicales y subtropicales, pero con el rápido calentamiento de las temperaturas, tanto el mosquito huésped como el parásito están comenzando a ampliar su huella geográfica.
Los síntomas de la malaria se presentan durante la fase de infección sanguínea e incluyen fiebre y escalofríos intensos, acompañados de malestar general, dolor de cabeza, fatiga y náuseas. La fiebre y los escalofríos pueden aparecer repentinamente en “ataques”, con fluctuaciones extremas en la temperatura corporal de la persona infectada. Si bien los síntomas suelen manifestarse a las pocas semanas de la infección, algunas especies de Plasmodium pueden permanecer latentes en el cuerpo durante un tiempo. Es probable que la malaria sea más grave en niños pequeños, lactantes y adultos mayores, y en casos graves, la enfermedad puede ser mortal. En 2021, un promedio de 1300 niños menores de cinco años murieron de malaria cada día , y esta cifra de muertes convierte a la malaria en una prioridad para las medidas de salud pública .
El éxito del tratamiento de la malaria depende de la detección y el diagnóstico tempranos, e incluye medicamentos de origen vegetal basados en la artemisinina, derivada de la Artemisia ( Artemisia annua ), o la quinina, presente en la corteza del árbol de la quina, o en la matricaria. La prevención desempeña un papel crucial en el control de estas enfermedades a nivel mundial. Las medidas preventivas abarcan desde evitar las picaduras de mosquitos mediante el uso de mosquiteros y repelentes, hasta medicamentos profilácticos y vacunas de reciente desarrollo .
Zika
El mundo adquirió mayor conciencia sobre el virus del Zika durante los Juegos Olímpicos de Verano de Río de Janeiro, que coincidieron con una mayor incidencia de la infección. El virus se transmite por mosquitos de la especie Aedes , muy comunes en las regiones templadas, donde están activos durante los meses cálidos.
Los síntomas de la infección por Zika incluyen fiebre, sarpullido, dolor de cabeza y dolor articular. Más importante aún, puede transmitirse durante el embarazo, causando un defecto congénito conocido como síndrome congénito de Zika, que incluye microcefalia (cabeza anormalmente pequeña). Esto puede causar problemas de salud posteriores, dependiendo del impacto en el desarrollo cerebral.
Actualmente no existe tratamiento para la infección por Zika, pero los casos siguen siendo relativamente raros y la infección en sí no pone en peligro la vida. La prevención incluye evitar las picaduras de mosquitos mediante el uso de mosquiteros y repelentes.
Otras enfermedades
El dengue, la chikunguña, el virus del Nilo Occidental y la fiebre amarilla (llamada así por la ictericia que presentan algunas personas infectadas) causan fiebre y síntomas asociados, como dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas y fatiga. No existe tratamiento para estas infecciones virales, por lo que lo mejor que puede hacer es prevenir la infección reduciendo el riesgo de ser picado por un mosquito infectado y controlar los síntomas en caso de infección. La buena noticia es que, salvo por la fiebre amarilla, estas infecciones rara vez causan muertes, y existe una vacuna contra la fiebre amarilla.
Además de los patógenos que afectan a los humanos, los mosquitos también son responsables de la transmisión de la encefalitis equina del este y la encefalitis equina del oeste, infecciones virales que afectan a los caballos. Estas infecciones son poco frecuentes, al igual que otras enfermedades transmitidas por mosquitos en el ganado.
https://www.cdc.gov/malaria/about/distribution.html
Control de mosquitos
Aunque las regiones con clima templado pueden estar relativamente a salvo de las enfermedades transmitidas por mosquitos, una población de mosquitos descontrolada es más que una simple molestia veraniega. Afortunadamente, existen varias estrategias que podemos implementar: usar barreras físicas, aplicar repelentes o eliminar mosquitos durante sus distintas etapas de vida.
Barreras físicas y repelentes
Una de las estrategias más sencillas para evitar las picaduras es usar barreras físicas, desde mosquiteros en las ventanas o sobre el lugar de descanso, hasta ropa para caminar en una zona infestada de mosquitos. Si no es posible una cobertura total, podemos recurrir a los repelentes. Estos impiden que los insectos se posen o entren en una zona determinada.
Funcionan difundiendo una sustancia en la zona que deseamos proteger. Esto aplica tanto a espacios más amplios (patios, jardines, etc.) que pueden protegerse con un difusor, una vela o un espray, como a la protección personal. En ambos casos, buscamos protegernos de los mosquitos sin poner en riesgo nuestra salud, y por suerte, los aceites esenciales pueden brindar una protección segura.
Los repelentes y el sentido del olfato de los mosquitos
“Debes olerles bien” era algo que oía a menudo como explicación de por qué yo estaba cubierto de manchas rojas mientras que mis compañeros no, a pesar de compartir el mismo espacio. Y de forma similar, algunas estrategias caseras para repeler mosquitos incluyen consumir más vitamina B, levadura nutricional o, si te apetece, beber más cerveza, supuestamente para oler menos atractivo. Si bien los suplementos de vitamina B no han demostrado ser efectivos, ser atractivo para los mosquitos depende de que detecten tu olor.
Se dice que el “terpeno” es el lenguaje más hablado del mundo. Si bien nuestro olfato es uno de los cinco sentidos que usamos para navegar por el mundo que nos rodea, prácticamente todos los seres vivos utilizan la comunicación química de alguna forma. Esto también aplica a los mosquitos, ya que utilizan compuestos orgánicos volátiles para localizar su próxima fuente de alimento. Poseen receptores olfativos similares a los nuestros, excepto que los suyos se encuentran en sus antenas, y están especialmente adaptados para detectar el dióxido de carbono o los olores de la piel humana. Los repelentes enmascaran nuestro olor y confunden el olfato del mosquito, haciéndonos prácticamente invisibles.
Apenas estamos empezando a comprender el olfato de los mosquitos, y los investigadores del Laboratorio Younger trabajan arduamente para descifrarlo y crear repelentes aún más eficaces y específicos. Mientras tanto, podemos aprovechar el uso de los compuestos volátiles de los aceites esenciales para, al menos, confundir, o incluso silenciar por completo, la nariz del mosquito.
En Estados Unidos, la mayoría de los productos que se comercializan como repelentes de aplicación cutánea deben someterse a un proceso de registro ante la EPA, que incluye la evaluación y aprobación de su seguridad y eficacia en humanos. La UE cuenta con un proceso similar, y los repelentes están regulados por la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas). Al igual que los protectores solares, para que un producto sea etiquetado como repelente, debe someterse a pruebas.
Todas las pruebas estándar de eficacia repelente utilizan voluntarios humanos expuestos a mosquitos hembra enjaulados y contabilizando el número y la frecuencia de las picaduras. Puede leer sobre los diferentes métodos de prueba aquí .
Una de las pruebas estándar de la EPA se denomina, acertadamente, “ensayo de brazo en jaula”. Esta prueba requiere que un voluntario introduzca su brazo en una pequeña jaula con dos paredes transparentes de plexiglás para su observación. El brazo se cubre, excepto una zona de prueba en el antebrazo, que se aplica con repelente, y generalmente se realiza un ensayo de control (el mismo voluntario, sin repelente). La jaula contiene varias hembras adultas de mosquitos —a veces miles— y los investigadores cuentan la frecuencia de las picaduras o pinchazos en la piel. La prueba puede presentar algunas variaciones, pero todas implican algún tipo de exposición de la piel humana a los mosquitos. Se mide tanto la potencia como la duración; es decir, cuántas picaduras se producen en un período determinado de tiempo. Todos los datos presentados aquí sobre aceites esenciales se basan en investigaciones similares.
Los aceites esenciales más útiles
Una de las razones por las que las plantas producen compuestos volátiles es para su propio control de plagas, ya sea repelerlas o atrayendo a depredadores que se alimentan de ellas. Por lo tanto, tiene todo el sentido recurrir al mundo vegetal en busca de herramientas que nos ayuden con este mismo desafío. Los aceites esenciales son un recurso prometedor para los repelentes, ya que son menos dañinos para los seres humanos y el medio ambiente (de Souza et al., 2019). Dado que la mayoría de los aceites esenciales se evaporan con relativa rapidez, cualquier repelente a base de aceites esenciales debe reaplicarse cada 1 o 2 horas o usarse junto con un medio de liberación controlada.
Se han probado muchos aceites esenciales por su capacidad repelente, especialmente a medida que el mundo reconoce la creciente amenaza de las enfermedades transmitidas por mosquitos. Existen artículos de revisión que enumeran docenas de aceites esenciales y comparan su potencia (da Silva y Ricci-Júnior, 2020; Asadollahi et al., 2019; de Souza et al., 2019). Este artículo enumerará algunos de los aceites más interesantes, pero si desea explorar la investigación, asegúrese de buscar estos tres factores:
- Especies de insectos testeadas
- Porcentaje de protección
- Duración de la protección
Algunos aceites esenciales han demostrado ser tan eficaces que están registrados como repelentes por la EPA. Existen otros aceites candidatos prometedores para la repelencia, y algunos que actúan para reducir/eliminar la población de mosquitos en múltiples frentes.
Aceites esenciales registrados por la EPA
Los aceites esenciales que han sido probados y registrados en la EPA son:
– Aceite de hierba gatera o catnip ( Nepeta cataria )
– Aceite de citronela (ya sea Cymbopogon nardus o C. winterianus )
– Aceite de Eucalipto Limón ( Corymbia citriodora)
Este último se diferencia de los aceites esenciales puros de eucalipto limón que encontramos en las tiendas de aromaterapia, ya que ha sido manipulado para aumentar su contenido de PMD ( p -mentano-3,8-diol). El PMD se encuentra de forma natural en los aceites esenciales y es un repelente registrado con una eficacia similar a la del DEET (el repelente de insectos más utilizado). Esto significa que el aceite esencial de eucalipto limón (sin manipular) también es potencialmente un buen repelente, con citronelal (normalmente al 65%) y PMD (normalmente al 2,5%), aunque no ha sido probado ni aprobado por la EPA.
El aceite de hierba gatera o catnip parece ser el más potente del grupo, y aunque puede ser caro, una pequeña cantidad rinde mucho. Una concentración del 0,1 % fue casi el doble de efectiva que una concentración de DEET del 0,1 % en acercarse a la piel humana el mosquito Aedes aegypti , y una concentración del 1 % mantuvo su efectividad durante casi tanto tiempo como una concentración de DEET del 1 % (Reichert et al., 2019).
Puede leer sobre los productos repelentes registrados por la EPA aquí .
Otros candidatos prometedores
Los aceites mencionados aquí se han identificado en las investigaciones disponibles como prometedores y lo suficientemente potentes como para incluirlos en su formulación. Algunos se seleccionan por su similitud con aceites repelentes ya establecidos, mientras que otros han demostrado ser candidatos sólidos por sí mismos.
Corteza de canela, clavo, menta, lemongrass y geranio
Tanto el aceite de corteza de canela ( Cinammomum verum) como el de clavo ( Syzygium aromaticum) han demostrado eficacia en investigaciones como repelentes y pesticidas, eliminando diversas etapas del desarrollo de los mosquitos.
Luker et al. (2023) compararon la corteza de canela, el clavo, la menta piperita, el geranio y el lemongrass como repelentes contra el A. aegypti. Cada aceite se aplicó al 10 % en una loción. El aceite de clavo fue el más potente, con una protección completa que duró 112 minutos. La corteza de canela y el geraniol aislado (el componente principal (80 %) del aceite de palmarosa) proporcionaron protección durante más de una hora. La menta piperita, el geranio y el lemongrass fueron los siguientes en duración, seguidos de la hierbabuena y la citronela.
Cúrcuma, Mandarina, Eucalipto globulus, Ylang Ylang
Estas pueden ser algunas de las opciones más sorprendentes, aunque también aparecen en varios artículos de investigación y muestran resultados prometedores para repeler especies de Aedes o Anopheles . La Mandarina ( Citrus reticulata ) mostró un gran potencial, ya que tanto el aceite de la cáscara como el de las hojas brindan protección. El aceite de la cáscara fue más eficaz, previniendo el 100 % de los aterrizajes de mosquitos en la piel humana durante 30 minutos (Haris et al., 2023).
Los aceites esenciales de Cúrcuma ( Curcuma longa ), Ylang Ylang ( Cananga odorata ) y Eucalyptus globulus también se han probado repetidamente contra las dos especies de mosquitos y, en comparación con los aceites mencionados en la sección anterior, pueden resultar más agradables para los humanos que los utilizan (da Silva & Ricci-Júnior, 2020).
Desafíos con la aplicación
Si bien la investigación es prometedora, es importante señalar que las concentraciones estudiadas suelen ser significativamente superiores a los niveles de seguridad recomendados para la aplicación dérmica de aceites esenciales, especialmente si consideramos la necesidad de reaplicar una vez transcurrido el tiempo de protección. Para trabajar con las limitaciones de seguridad, sugerimos considerar:
- Utilice aceites que muestren buena eficacia en diluciones bajas, como Catnip, o aquellos que tengan pocas precauciones de seguridad y su aplicación a corto plazo represente un menor riesgo (Geranio, Citronela).
- Los máximos importantes para aplicación sobre la piel son: Canela 0,1%, Clavo 0,5%, Limoncillo 0,7%, Ylang-Ylang 0,8%.
- Utilice diluciones más bajas que las investigadas, aunque esto signifique reducir el potencial protector y la necesidad de volver a aplicar con más frecuencia.
- En lugar de aplicar repelentes en la piel, aplique repelentes en la ropa y en los mosquiteros.
- Difundir los aceites en el ambiente.
Otro desafío del uso de aceites esenciales como repelentes es su rápida evaporación. Esto significa que deben reaplicarse cada 1 o 2 horas o utilizar sistemas de administración que prolonguen su efecto. Nuevas investigaciones están estudiando la nanoencapsulación y las microemulsiones, así como la posibilidad de incorporar sustancias repelentes directamente en los tejidos (da Silva y Ricci-Júnior, 2020).
Una nota sobre el aceite vegetal de Neem
El aceite de neem, un aceite graso derivado de la planta Azadirachta indica, es un repelente de mosquitos reconocido e investigado. Este aceite tiene un olor potente y, como ya sabemos, es una de las estrategias repelentes. Un estudio realizado en 2021 por Aidoo et al. concluyó que una crema con un 17,5 % de aceite de semilla de neem redujo significativamente la cantidad de mosquitos posados en la piel humana sin causar irritación cutánea.
En una revisión de 2023, Chatterjee et al. determinaron que el aceite de neem funciona como un agente de control integral de mosquitos, ya que puede afectar todas las etapas de la vida del insecto. El agente activo del aceite se ha determinado como azadiractina, aunque su perfil volátil también influye en su acción repelente.
Esto significa que añadir aceite de neem a su repelente de mosquitos puede ser una buena idea. Si no está familiarizado con el neem, su olor se describe como azufre, diésel, ajo, maní y regaliz, aunque quizás no sea tan apestoso como parece.
Cómo utilizar aceites esenciales
Ahora que sabemos qué aceites esenciales probablemente funcionen bien, debemos ver cómo utilizarlos mejor.
1) Difusión ambiental (velas, difusores de varillas, difusores)
Si busca proteger un área más extensa, por ejemplo, durante una acampada o una reunión, la difusión ambiental es la mejor herramienta. El reto es mantener la concentración de aceite esencial lo suficientemente alta durante un período prolongado. Por eso, una sola pulverización puede no ser suficiente, y debería buscar herramientas de liberación prolongada, como difusores eléctricos, difusores de varillas o velas. Simplemente asegúrese de rellenar los difusores para una cobertura suficiente. Es recomendable colocar el repelente en el perímetro del área protegida, creando una barrera protectora invisible.
En espacios exteriores, los riesgos de seguridad por la difusión sostenida son mínimos, aunque las personas sensibles a los olores deben evitar sentarse cerca de la fuente del aroma. Si desea proteger un espacio cerrado con una ventana abierta y no es posible usar una red, considere colocar el repelente en la parte externa de la ventana para minimizar el riesgo de sobreexposición en interiores.
2) Aplicación personal (sprays, lociones, geles)
La difusión ambiental no siempre es posible. En situaciones que implican mucho movimiento (caminatas, paseos) o al asistir a un evento al aire libre, es más eficiente usar protección personal aplicada directamente sobre la ropa o la piel. Los aceites esenciales repelentes pueden incorporarse en geles y lociones para aplicación tópica, y los aerosoles pueden usarse tanto para el cuerpo como para la ropa. Los desafíos en este caso incluyen la seguridad de la formulación y la duración del efecto.
Al formular un producto, debemos tener en cuenta tanto la seguridad como la eficacia de los ingredientes activos, asegurándonos de que la concentración de aceites esenciales sea lo suficientemente alta para lograr el efecto deseado, pero no demasiado alta como para causar irritación cutánea. También debemos asegurarnos de que el producto esté formulado de forma segura y eficiente. Por ejemplo, al crear un espray o una loción, debemos asegurarnos de que los aceites esenciales se dispersen completamente y que la fórmula se conserve adecuadamente. La solución más sencilla es usar un solo aceite vegetal con poco o ningún olor, como el aceite de coco fraccionado. Puedes combinarlo con aceite de neem para una mayor repelencia.
Existen parches/pegatinas (pequeños parches adhesivos) y pulseras antimosquitos en el mercado. Estos parches suelen contener aceites esenciales; se supone que funcionan bien y solucionan los problemas de formulación. Sin embargo, las pulseras no han demostrado ser eficaces. Los parches con aceites esenciales llevan tiempo en el mercado, y su principal aplicación es la inhalación en entornos hospitalarios. Usar un pequeño parche adhesivo impregnado con un aceite esencial para proteger contra los mosquitos parece una buena idea.
Otro desafío es la duración del repelente aplicado. Los aceites esenciales son volátiles por naturaleza y sus compuestos activos se evaporan, inutilizando la protección en una o dos horas. Esto significa que es necesario reaplicar el repelente con frecuencia. Se está investigando el uso de la microencapsulación para una liberación retardada. Esta tecnología está actualmente fuera del alcance de un formulador artesanal, pero podemos aprovechar cualquier producto disponible en el mercado que la utilice. También podemos usar aceites grasos, que ayudan a retardar la evaporación de los aceites esenciales, pero no son adecuados para la ropa.
Exterminar
Una forma infalible de prevenir las picaduras de mosquitos es asegurarse de que no haya mosquitos que lo piquen. Existen muchas estrategias de control de población dirigidas a diferentes etapas de la vida. Al decidir qué estrategia es la más adecuada para su situación, es posible que deba identificar la especie y la etapa de la vida que desea abordar, ya que algunas sustancias son más eficaces que otras.
El desafío siempre incluye determinar la concentración adecuada para obtener el máximo efecto con el mínimo impacto negativo, tanto para el medio ambiente como para usted. Los sistemas de administración son un factor importante, y si deseamos incluir aceites esenciales en nuestro régimen de pesticidas, centrarse en la acción ovicida y larvicida puede ser más práctico que intentar atacar a los adultos voladores.
Ovicidas y larvicidas
Los ovicidas son sustancias que destruyen los huevos. Existen productos químicos sintéticos que a veces se utilizan; sin embargo, los problemas con estos son el aumento de la resistencia en la población de mosquitos, así como la toxicidad secundaria para especies no objetivo. Se han explorado los aceites esenciales como alternativa y han demostrado ser muy prometedores como ovicidas. Un estudio de 2023 publicado en Nature probó aceites de corteza de canela, lemongrass y naranja amarga contra huevos de Aedes aegypti y Aedes albopictus . La corteza de canela y el lemongrass mostraron una muy buena eficacia; los mejores resultados se obtuvieron con la corteza de canela en combinación con geranial (un componente principal del aceite de lemongrass ). Esta combinación resultó letal para los huevos a 10000 ppm (aproximadamente una concentración del 1 %). Todos los aceites esenciales probados también demostraron ser no tóxicos o solo ligeramente tóxicos para la vida acuática no objetivo (Moungthipmalai et al., 2023).
Los larvicidas actúan sobre la fase larvaria del desarrollo. Los larvicidas sintéticos presentan problemas similares a los ovicidas: las larvas de mosquito tienden a desarrollar resistencia a la sustancia, lo cual también es perjudicial para otras formas de vida acuática. Se han investigado los aceites esenciales como una alternativa adecuada, ya que son biodegradables, generalmente no tóxicos a las concentraciones utilizadas y eficaces para eliminar las larvas. Quizás debido a su composición variable y compleja, los mosquitos no se están volviendo resistentes a los aceites esenciales al mismo ritmo que a los larvicidas convencionales.
Una revisión de 2017 realizada por Andrade-Ochoa y sus colegas analizó el potencial larvicida de los aceites esenciales y sus componentes mediante la revisión de la literatura disponible. Informaron sobre la actividad larvicida de 81 aceites esenciales contra mosquitos de los géneros Culex , Aedes y Anopheles , según lo publicado en investigaciones entre 2010 y 2015. Los aceites más eficaces, también disponibles comercialmente, incluyen la cúrcuma ( Curcuma longa ), la naranja dulce ( Citrus sinensis ) y el limón ( Citrus limon ). El lemongrass también mostró una buena eficacia, y la corteza de canela fue moderadamente eficaz.
Tanto los huevos como las larvas viven en el agua, por lo que cualquier sustancia que se utilice para controlar la población debe aplicarse en la masa de agua afectada. Si bien existen pesticidas acuáticos comerciales a base de aceites esenciales, también se pueden obtener buenos resultados con hidrolatos. Al ser solubles en agua, se pueden rociar sobre la superficie del agua sin efectos secundarios perjudiciales para otros organismos que viven en ella o la utilizan para beber.
Otra herramienta biológicamente segura para el control de poblaciones es el Bacillus thuringiensis subsp. israelensis (BTI), una bacteria que produce una sustancia tóxica para las larvas de mosquito, pero segura para cualquier otro insecto o animal. Se puede adquirir en forma de “mosquito bits” o “mosquito dunks” que se sumergen en el agua que se desea proteger. Son muy útiles para áreas pequeñas como bebederos para pájaros y fuentes de agua.
Trampas y adulticidas
Además de eliminar los huevos y larvas de mosquitos, podemos emplear varias estrategias para controlar la población adulta. Existen trampas físicas que atraen al insecto, ya sea con luz o con otro cebo. Las trampas son esencialmente lo opuesto a un repelente. Una vez dentro, el mosquito suele quedar atrapado en una superficie pegajosa donde muere de inanición. Algunas trampas funcionan con electricidad y matan a los insectos con corriente eléctrica.
Los aerosoles insecticidas también se pueden usar para matar mosquitos, sin embargo, tienden a ser la opción más extrema a la que recurrir y presentan los mismos problemas que los ovicidas y larvicidas: tienden a ser tóxicos para otras formas de vida. Algunos aceites esenciales han sido investigados por sus poderes para matar mosquitos adultos de varias especies. Una revisión de 2019 por MA de Souza et al. identificó al lemongrass ( Cymbopogon citratus ) como el más eficaz para matar mosquitos adultos. Otros aceites notables mencionados incluyen alcaravea ( Carum carvi ), zedoaria ( Curcuma zedoaria ) y ajo ( Allium sativum ). Un aerosol de cajeput ( Melaleuca cajuputi ) también mostró una actividad prometedora.
Tratamiento para picaduras
Además de los repelentes e insecticidas, los aceites esenciales pueden aliviar las picaduras. Los aceites esenciales antiinflamatorios, antihistamínicos y antipruriginosos son especialmente útiles. Un producto ideal sería un gel con menta o lavanda. Dado que se trata de una aplicación localizada en una zona pequeña, puede usar un 5 % o más de aceite esencial. Si no se siente cómodo con la formulación del gel, también puede usar un aceite graso como portador.
Resumen
Los mosquitos de las especies Aedes , Anopheles y Culex no solo se alimentan de sangre humana, sino que también constituyen un vector propicio para virus y parásitos peligrosos. Con el clima más cálido y los veranos más largos, sus zonas de caza se están expandiendo, al igual que la necesidad de controlar su población.
Se han estudiado muchos aceites esenciales y se ha demostrado su utilidad. Los aceites de citronela, hierba gatera y eucalipto limón están registrados como repelentes en EE. UU. Otros aceites útiles incluyen la corteza de canela, el clavo, la menta piperita, el lemongrass, el geranio y la hierbabuena, así como la cúrcuma, la mandarina y el ylang ylang. Algunos aceites esenciales, en particular los de corteza de canela, clavo y hierba limón, pueden utilizarse como pesticidas además de ser repelentes. En general, los aceites esenciales ofrecen una solución más respetuosa con el medio ambiente, ya que son biodegradables y parecen ser menos tóxicos para las especies no objetivo.
Además de su función en la prevención, las preparaciones a base de aceites esenciales se pueden utilizar para controlar los síntomas de las picaduras de mosquitos, aliviando tanto la picazón como la inflamación resultantes de la reacción de nuestro sistema inmunológico a la saliva del mosquito.
Referencias
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Enlaces y sitios web útiles:
Mosquitos:
https://www.youtube.com/watch?v=ragxMHl6n6c
https://en.wikipedia.org/wiki/Mosquito
Información sobre enfermedades y su propagación:
https://www.cdc.gov/niosh/topics/outdoor/mosquito-borne/default.html
https://www.cdc.gov/westnile/symptoms/index.html
https://www.worldmosquitoprogram.org/es/aprender/enfermedades-transmitidas-por-mosquitos
https://www.cdc.gov/zika/about/index.html
https://www.cdc.gov/malaria/about/biology/index.html
https://www.cdc.gov/parasites/malaria/index.html
https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/malaria
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https://en.wikipedia.org/wiki/Western_equine_encephalitis_virus
Información sobre la quinina y la artemisinina:
https://xerces.org/blog/quinina-salvaje
https://en.wikipedia.org/wiki/Artemisinin
Sentido del olfato del mosquito:
https://www.youngerlaboratory.org/investigación
https://www.bu.edu/articles/2022/los-mosquitos-tienen-un-extraño-sentido-del-olfato
https://blogs.biomedcentral.com/bugbitten/2019/04/19/los-receptores-ayudan-a-los-mosquitos-a-olernos
Repelentes :
https://www.epa.gov/repelentes-de-insectos/encuentre-el-repelente-adecuado-para-usted
https://www.epa.gov/minimum-risk-pesticides/condiciones-minimum-risk-pesticides#tab-1
http://npic.orst.edu/factsheets/citronellagen.html#howwork
https://eu.biogents.com/directrices-oficiales-de-metodos-estandar
Repelentes de mosquitos recomendados por Robert Tisserand
por Robert Tisserand, traducido por Emiliano Rodriguez
Este artículo ha sido autorizado por escrito por el autor para ser traducido por mí y publicado en el Instituto AromaCiencia.
Nuevo y actualizado en agosto de 2023
En nuestra reciente búsqueda de preguntas, encontramos varias sobre repelentes de insectos, especialmente en relación con el Zika. El virus del Zika se transmite principalmente a través de la picadura de un mosquito infectado de la especie Aedes (A. aegypti y A. albopictus). Lea más sobre el Zika aquí: http://www.cdc.gov/zika/transmission/ La mayoría de las investigaciones sobre aceites esenciales y mosquitos utilizan el A. egypti, pero también hay algunas sobre el A. albopticus. El aceite de cúrcuma repele a ambos mosquitos sin duda.
Existen muchas posibilidades de aceites esenciales que repelen a los mosquitos.
Quizás hayas oído que el aceite de eucalipto con aroma a limón es especialmente efectivo, tan efectivo como el DEET, pero esto no es del todo cierto. El producto que sí es tan efectivo no es un aceite esencial natural. Las investigaciones han demostrado que el repelente más activo del Eucalyptus citriodora es el p-mentano 3,8-diol (PMD), un componente muy minoritario. El producto que se utiliza en repelentes de insectos contiene alrededor de un 60 % de PMD, que ha sido potenciado artificialmente. No digo que no debas usarlo, pero lo que no quiero que hagas es comprar un aceite natural de E. citriodora y pensar que estás obteniendo algo supereficaz. Funciona bastante bien, pero también lo hacen muchos otros aceites.
El aceite de hierba gatera es especialmente efectivo y de efecto relativamente duradero, pero es bastante caro. El lemongrass (limoncillo), la corteza de canela, la casia y el clavo son bastante efectivos, pero tenga mucho cuidado al usarlos directamente sobre la piel porque son irritantes superando las dosis seguras. La menta piperita, la cúrcuma y la citronela son más seguros para la piel y casi igual de efectivos. Algunos aceites funcionan mejor en combinación que por separado, por ejemplo, la citronela y el eucalipto globulus, la albahaca dulce y el eucalipto globulus, la corteza de canela y el lemongrass.
Aquí hay dos fórmulas que yo personalmente usaría para repeler el Aedes indeseable. La primera se puede usar sin peligro en la piel o la ropa, y es segura durante el embarazo. Para niños pequeños, sustituya la menta por aceite de jengibre. La otra se recomienda solo para difundirla en el aire o vaporizarla. Evite el contacto con la piel.
Puedes usar cualquier tipo de base. En un estudio, se comparó el aceite de oliva con el aceite de coco como base para aceites esenciales, y el aceite de coco resultó mucho más eficaz.
